Llenarlo con la Palabra de Dios, osea el Evangelio en el que predica sobre Jesucristo.
Sabes, el Evangelio habla sobre el reino de Dios, en él se anuncian Buenas Noticias. Asà como las malas noticias se propagan tan rápido, también las buenas noticias.
Mucha gente rechaza este Evangelio, porque algunos que lo conocen no han sabido contarlo a la gente, y terminan viéndolo como Religión, Buenas obras, normas morales, cantidad de restricciones, cantidad de No Hagas, Prohibido hacer, ó tienes que hacer... esto o aquello.
El Evangelio no se queda corto, va más allá, hace que la gente que no tiene propósito en la vida cambie de mentalidad, mejore, prospere, sea librada de la muerte y el suicidio. Este evangelio es para todos, habla de Jesucristo, un salvador que vino al mundo para reconciliar a todos las personas para que puedan relacionarse con Dios, de quien recibirán todo lo que necesitan para ser felices sin que les falte nada. El Evangelio hay que estudiarlo e interpretarlo cuidadosamente. Los mandamientos, no hay que verlos como obligaciones. Al cambiar la manera de pensar, te darás cuenta que son sabios consejos que preservan la vida, buscan el bien de todos, y hacen prosperar a las naciones que ponen su confianza en Dios.
Asà que el Evangelio son Buenas Noticias, porque no buscan otro propósito que el hecho de que TE VAYA BIEN EN TODO. Eso lo dijo Dios en su Palabra, en la Biblia.
Los que reciban este Evangelio, y hagan esta oración, de corazón, creyendo y confiando su vida al Dios único y eterno, que tan solo busca nuestro bien, verá un sin-número de bendiciones en su vida, en la medida que su fe vaya madurando en el conocimiento de Jesús.
“Dios, reconozco que mi vida no es como tu deseas, y te necesito en mi vida diaria. Te pido que me perdones por todos mis pecados. Quiero dejar las cosas malas que he hecho. Creo que Jesucristo, tu amado Hijo murió por mà en la cruz, fue sepultado, y resucitó para darme una nueva vida llena de esperanza. Señor Jesús, te invito a entrar en mi vida hoy. Quiero seguirte y participar en una Iglesia local. En el nombre de
Jesucristo, Amén”.